Segunda escala de nuestro vuelo a Bangkok, estamos en Abu Dhabi. Nos apetecía pasar aquí un día para hacernos una idea de cómo viven en esta ciudad del desierto. Rápidamente nos dimos cuenta que hay dos tipos muy diferenciados de ciudadanos, los que lo tienen todo y los que viven sin casi nada. Su gente todavía conserva la humildad y la amabilidad del pueblo pescador que era hace unos pocos años.
La opción que tienes como turista es un bus VIP que te llevan de puerta a puerta por todos los sitios de interés por unos 60 €. Nosotros preferimos movernos como los locales y coger el bus público por 1€. La línea A1 sale del aeropuerto y llega hasta el centro de la ciudad, con varias paradas. Se compra el billete en el mismo bus y bajamos en la primera parada, la imponente mezquita de Sheikh Zayed, que está a medio camino entre el aeropuerto y el centro de la ciudad. La parada del bus está bastante lejos y con el calor que hace allí ni te cuento…
Una vez allí que sepáis que se pasa un control y que no se pueden entrar portátiles, nos lo guardaron muy amablemente.
Ya dentro, con entrada gratuita, pasaros por el punto de información porque tienen unas audio guías muy completas ¡y también gratuitas! No vimos a nadie llevarlas y eran geniales.
La mezquita como podéis ver es impresionante y si estáis en Abu Dhabi es de obligada visita.
Después del paseito que nos toco hacer para llegar a la mezquita, decidimos coger un taxi para ir al centro. El calor es insoportable, y por 8 € merece la pena. Una vez allí sólo puedes visitar imponentes rascacielos, lujosos centros comerciales, y hoteles de ensueño.
Si queréis subir a un rascacielos tenéis que ir a Etihad Towers, lo recomendamos encarecidamente. Tienen un bar restaurante a 300 m de altura con vistas a 360°. Vale 75 DHM, unos 15 euros, pero con consumición de 50 DHM en el bar incluida. Las vistas de toda la ciudad, con el mar y sus islas, son espectaculares! Enfrente tenéis el Emirates Palace, un hotel de 7 estrellas dónde os dejarán visitar los jardines delanteros y el vestíbulo, y si os sobran unos miles de euros quedaros a dormir, ya que es el hotel más caro del mundo.
La ciudad también goza de atracciones como Ferrari World, Yas Marina, etc., pero nosotros en un día no tenemos tiempo de visitarlo todo, y además estas atracciones turísticas son carísimas. Nosotros nos conformamos con contemplar cómo este país ha transformado el petróleo que nos venden en una ciudad de rascacielos imponentes y lujo por doquier.
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