Después de visitar la bonita ciudad de Luang Prabang, encontramos varias opciones para explorar los alrededores. Una salida interesante es ir a conocer a los elefantes asiáticos, pero como esto ya lo habíamos hecho en Chiang Mai lo descartamos. Nos decantamos por ir a ver las cuevas de Pak Ou y el parque nacional de Kuang Si. Se pueden hacer las dos salidas en un mismo día pero creemos que la mejor opción es tomarse el tiempo para disfrutar de cada una de ellas.
Cuevas Pak Ou: Estas cuevas están en la orilla del río Mekong, solo se puede llegar en barco. En las agencias también te ofrecen ir en taxi hasta la zona y hacer el último tramo en barco. Nosotros recomendamos escoger la ruta en barco, es magnífico adentrarte en el Mekong y deleitarte de las vistas que ofrece.
A primera hora nos dirigimos al embarcadero donde nos montamos en un típico barco de pescadores de la zona, largo y estrecho, y empezamos a remontar el río. Las vistas son preciosas, montañas verdes, pescadores, huertos en las orillas, niños bañándose, … A mitad de camino, más o menos 1 hora, paramos a ver un pueblo donde las mujeres tejen precios ropajes y donde destilan whisky de arroz, por cierto muy fuerte. Los precios de las prendas son mucho más baratos que en Luang Prabang.
Reanudamos la marcha y pronto llegamos a un embarcadero repleto, y al levantar la cabeza, se divisa la entrada de la cueva. Después de pagar la entrada subes unas cuantas escalera sorteando turistas y ves una pequeña cueva con muchísimos budas dentro. Hay de todos los tamaños y no queda un hueco libre. Suerte de las vistas al río y la montaña que lo hacen menos decepcionante, ya que de gruta no hay ninguna allí, solo una entrada. Volvimos a bajar y entonces vimos un cartel que indica que hay otra cueva, subimos una escalinata y al cabo de unos metros entramos en la cueva, esta vez más auténtica. No es demasiado profunda pero no está iluminada, por eso si lo necesitas te alquilan linternas. Se extenderá unos 100 metros como mucho. También es un santuario budistas, llena de pequeñas estatuas y con decenas de ofrendas. Toca volver al embarcadero y en una hora llegamos a Luang Prabang.
Parque nacional de Kuang Si: Cogemos una furgoneta y después de unos 30 km llegamos a la entrada del parque, donde hay varias paradas de comida y otras con artesanía local. Es un entorno precioso, empezamos a andar y al poco encontramos un cercado con osos malayos. Es el Centro de rescate de osos de Tat Kuang Si, todos ellos confiscados a cazadores furtivos. Para ser osos son bastante pequeños, muy bonitos eso sí, además de gozar de buena agilidad ya que trepan tranquilamente por los árboles, pero da pena verlos allí encerrados.
Continuamos el sendero al lado de un río y al poco encontramos una preciosa cascada que cae en una gran poza azul turquesa. Es hermoso y decidimos refrescarnos con un bañito. Un momento mágico roto solo por la cantidad de turistas que frecuenta la zona. Después del baño seguimos subiendo el sendero y seguimos encontrado pequeños saltos de agua y pozas turquesa, hasta que de repente te encuentras la imponente cascada de Kuang Si. Un salto de 60 metros y más charcas turquesa invitan a relajarse contemplando esta maravilla de la naturaleza.
De allí salen varias rutas por el parque nacional y nos arrepentimos de haber llegado por la tarde y no tener tiempo de hacer ninguna. Es un sitio lo suficientemente bonito como para dedicarle un día entero, sin duda!
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