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Bohol

Bohol es conocida por ser la casa del tarsero, el diminuto primate endémico del país, y también por acoger los montes de chocolate, esas más de 1200 singulares colinas cónicas de hasta 120 metros de altura.
Llegamos allí con un ferry desde la vecina ciudad de Dumaguete. Las compañias Oceanjet y SuperCat ofrecen calidad y garantia a buen precio y con varias opciones a diario desde las cercanas islas de Cebú y Negros.
Una vez llegados a la capital, Tagbilaran, alquilamos una moto para movernos con libertad por toda la isla. Encontrareis varios puestos en la ciudad, y con un precio muy asequible. La ciudad es bastante caótica y con un tráfico horrible así que no le dedicamos demasiado tiempo, una corta visita montados en la moto y fuera.

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Nos dirigimos a Loboc, una pequeña población cerca del centro de la isla. Está próxima de los principales puntos de interés de la isla y además goza del río Loboc, con aguas color esmeralda. Toda la isla está repleta de una exuberante jungla, un pequeño paraíso para los amantes de la naturaleza.
A lo alto de una de las colinas que rodea la población, donde se ubica una enorme cruz blanca, se puede gozar de unas vistas excelentes. Es una ruta de 5 kilómetros por un sendero rodeado de vegetación aunque, para los que no les guste sudar la camiseta, también se puede llegar con moto. Desde la cima se divisa gran parte de la selvática isla y su extensa costa bañada por el Mar de Bohol. El anochecer allí no tiene precio!

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Como es muy difícil encontrarse con el nocturno tarsero en libertad decidimos visitar la Reserva Filipina de Tarseros www.tarsierfoundation.org en Canapnapan, entre Corella y Sikatuna. Actualmente allí viven 8 ejemplares, de un total de aproximadamente 100 que habitan el país. En esa reserva están protegidos de sus depredadores mientras duermen, especialmente de los gatos domésticos, y por la noche son libres para salir a cazar su comida, a base de pequeños insectos y arácnidos. Están en peligro de extinción por lo que esta fundación los protege de una forma humana y ecológica. En otras partes de la isla también podréis encontrarlos pero están encerrados en jaulas por lo que no lo recomendamos.

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Para llegar a los Montes de Chocolate tienes que recorrer una serpenteante carretera hasta llegar a la población de Carmen. Por el camino encontramos bellos parajes, bañados por extensos arrozales repletos de palmares. En la zona donde se encuentran los emblemáticos montes hay un mirador turístico para ver las más de mil colinas. Se cree que se formaron a partir de la acumulación de depósitos de coral y los efectos de la lluvia y la erosión.

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Desde Tagbilaran nos dirigimos también a la isla de Panglao, conectada con Bohol por dos puentes. El trayecto en túk-túk nos costó 250 PHP para recorrer los 20 kilómetros hasta la famosa playa de Alona. Esta zona está muy concurrida, sobretodo por submarinistas, y el precio del alojamiento puede llegar a ser alto, aunque se pueden encontrar chollos. Desde allí se pueden visitar las cercanas islas de Balicasag y Pamilacan, repletas de vida marina y con formaciones de coral. En la isla encontramos la compañia Pata Negra para bucear “en español”!

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Publicado en ASIA BOHOL DESTINOS FILIPINAS

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