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Boracay

Llegamos a la famosa isla de Boracay desde el cercano aeropuerto lowcost de Kalibo. Desde allí tomamos una furgo hasta Caticlan para montarnos en la bangka (barca filipina) que cubre el trayecto hasta la isla en poco más de 5 minutos. Una vez en el muelle tienes dos opciones, el triciclo estándar, que es el que encuentras a todos los rincones de Filipinas, o el triciclo eléctrico, más ecológico y económico. Es el que utilizamos nosotros para los desplazamientos por el lugar.

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La pequeñísima isla, con una playa de arena blanca de más de 3km de largo, es el mayor reclamo turístico del país y se nota. Para nuestro gusto sufre una excesiva urbanización. A pesar de esto su ambiente isleño encandila.
Nosotros pasamos el día de Navidad en la isla y aquí es típico comer lechón, y hacerlo acompañado de familiares y amigos. Por la mañana a primera hora ya vimos un montón de hogueras con los pequeñines dando vueltas. Una auténtica delicia!

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La perla del lugar es la White Beach, una playa de ensueño, con palmeras susurrando entre la brisa, arena blanca y una agua cristalina. Aquí se puede disfrutar de la puesta de sol más famosa del país, y cuando la vimos entendimos porque. Además es casi imposible aburrirse en Boracay ya que ofrece un formidable abanico de actividades: windsurf, parasailing, voley, submarinismo, etc. Y cuando cae el sol el paseo marítimo se llena de terrazas con música reggae y un sinfín de cócteles en sus menús! DSC05134_Fotor  còpia_Fotor

Publicado en ASIA BORACAY DESTINOS FILIPINAS

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