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Hong Kong

Estamos en Hong Kong, una jungla de rascacielos, y aunque no nos atraen demasiado las ciudades esta nos ha encantado visitarla!

Nosotros somos de un pueblo pequeño pero vivimos cerca de Barcelona y estamos acostumbrados a las ciudades europeas, como Madrid, Londres o Roma. También hemos visitado Abu Dhabi y Bangkok, pero esta ciudad es diferente a todo lo que hemos visto. Aquí todo se hace mirando hacia arriba y, en la mayoría de los caso, con mucho orden y pulcritud. Además cuando crees que ya has visto todo lo que puede ofrecerte la ciudad descubres que Hong Kong es más que eso, es también un conjunto de islas bastante “vírgenes” donde puedes hallar auténticos pueblecitos de pescadores que viven aislados del ritmo frenético de la metrópolis.

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Llegamos a media tarde al aeropuerto (en la isla de Lantau), y nos alojábamos en Tsim Sha Tsui, o en su forma abreviada,TST, el barrio céntrico y más animado de la metrópolis. Pasear por sus calles no tiene desperdicio, y donde podréis encontrar el mercado nocturno de Chinatown.
La forma más rápida de ir del aeropuerto a TST (a la península de Kowloon) es un tren que cubre el trayecto en menos de media hora, aunque a cambio de 90 HKD. La forma más económica es en bus y existen diversas líneas. Desde el aeropuerto a TST con el bus A21 llegas en casi una hora y solo cuesta 33 HKD.

Hablando de transporte hay que mencionar que es imprescindible comprar la tarjeta Octupus. Con ella puedes pagar al metro, bus, ferry, tiendas, restaurantes y demás sitios sin tener que remover en el monedero para encontrar el efectivo. Para adquirirla tienes que dejar una fianza de 50 HKD, que te devuelven con el dinero sobrante de las recargas una vez te vayas. Es una tarjeta realmente práctica, y hará más fáciles los desplazamientos por la ciudad, ya que no hace falta ni sacarla del monedero, solo con aproximarla la máquina ya la puede leer. Tened en cuenta que sólo se puede recargar con metálico y lo podéis hacer en la tiendas 7 Eleven, en algunas estaciones y en el aeropuerto.
Llegados al barrio de TST encontrar el hotel fue una locura. Son edificios enormes de 16 plantas, divididos en sectores, con ascensores repartidos por pisos pares e impares y son una mezcla de tiendas, empresas, guesthouse y oficinas. Visitamos un par de guesthouse y rápido nos dimos cuenta que el estilo de la zona era ese. Habitaciones minúsculas donde sólo cabe la cama y un pequeño aseo. El precio varía según la calidad, si tiene ventana o si está climatizada, pero el tamaño es bastante estándar. Es normal encontrar restaurantes en el primer o segundo piso, peluquerías en la cuarta planta y centros comerciales de varios pisos ya que Hong Kong es la ciudad con más rascacielos del mundo.

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Para tener una buena panorámica de estos gigantes existen varias opciones. La alternativa más fácil desde TST es acercarte al borde del estrecho, donde sólo el mar te separa del centro neurálgico de la isla de Hong Kong. De día es precioso, pero es de noche cuando todos los edificios se iluminan formando una coreografía de imágenes y colores.
El otro gran mirador se halla al monte Victoria. La forma más económica de subir es con el bus 15 (9,5 HKD) desde la Central Pier de la isla Hong Kong. El trayecto hasta la isla lo cubre el Star Ferry por el módico precio de 2 HKD. Después el bus te lleva hasta las puertas de un centro comercial. En este hay un mirador con excelentes vistas de la ciudad, pero ojo porque te cuesta 48 HKD y justo al lado hay otros miradores mejores y gratis. Estos miradores los encuentras en una ruta circular muy llana (3 km – 45’) que empieza justo al lado del centro comercial y que te ofrece 360 grados de vistas de la isla y la ciudad, sin duda mucho mejores que las del centro comercial.

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Y después de la caminata visitamos el conjunto de escaleras mecánicas cubiertas más largas del mundo, que como no tenía que estar aquí, donde la vida se desarrolla en niveles. Es un poco friki pero mola. Desde el centro vas subiendo hasta remontar la montaña por el lado oeste y te plantas a los pies del tranvía al monte Victoria.

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Otra de las atracciones de la zona que nos recomendaron consiste en ir a visitar el Buda gigante, en la vecina isla de Lantau. Hay dos formas de llegar y si las combinas haces una ruta circular preciosa. Para empezar nos dirigimos al embarcadero 6 de Central Piers en la isla de Hong Kong, cogemos el barco que va a la isla de Lantau ( a la ciudad de Mui Wo) y una vez allí cogemos el bus que va a Tai O, que es un pueblecito pesquero muy bonito donde vale la pena pasearse un poco por sus calles. Y desde allí subimos al bus que va a Nong Ping, que es donde se encuentra el Big Buda. Todos estos buses y el ferry son muy económicos y como siempre los pagas con la tarjeta Octopus. Al llegar al destino te encuentras una plaza desde donde empieza una calle bastante turística repleta de tiendas y restaurantes y, al otro lado, un paseo que te lleva a la imagen de Buda. El día que fuimos llovía un poco y la visibilidad era muy mala, pero en fotos hemos visto que la panorámica desde la cima es espectacular. Para volver, en vez hacer el recorrido a la inversa, podemos coger el Cable Car (telecabina). Es un recorrido bastante largo y no apto para personas con vértigo, además existen algunas cabinas con el suelo de cristal. El Cable Car te deja en la estación de metro de Tung Chung y desde allí podemos volver al centro de la ciudad.

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Otra actividad que recomendamos es acudir al Hipódromo de Happy Valley, en la isla de Hong Kong. Está abierto los miércoles, sábados y domingos. Los autóctonos son unos auténticos fans y, si ver las carreras en sí es emocionante, aún más lo es ver a la gente local volverse loca apostando y gritando. El complejo tiene unas graderías enormes, algunas gratuitas y de entrada libre. Sólo hay que pagar la entrada al recinto que cuesta 10 HKD y ,como siempre, paga nuestra amiga Octopus. Para llegar desde la estación central hay que coger el tranvía (con dos pisos, muy peculiar) hasta la parada de Happy Valley Terminus.

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En definitiva, si estáis cerca de esta gran metrópolis no lo dudéis ni un momento, tenéis que conocerla! Como se dice por allí es un lugar de encuentro entre oriente y occidente, sin complejos ni prejuicios, con pasado y con futuro!

Publicado en ASIA DESTINOS HONG KONG

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