Llegamos a Hué, la famosa ciudad que un día fue la capital de los emperadores Nguyen, con un tren nocturno desde Hanoi. Esta está repleta de pagodas, tumbas y templos, además de gozar de un majestuoso recinto imperial. La mayoría de estos monumentos se ubican en la fortificada ciudadela, centro histórico de la ciudad, que está rodeada por un foso. Esta antigua fortaleza se halla al lado opuesto del río si nos encontramos en la ciudad moderna, que es donde llega el tren.
Nuestra primera visita fue esta fortificación, y como hacía mucho calor y no teníamos energía para andar hasta allí, cruzamos por el río con una barca turística (unos 2 euros). Un vez llegados a la entrada principal decidimos comprar un pack para visitar el recinto imperial y dos de las tumbas de los emperadores Nguyen, que están repartidas a lo largo de la orilla del río del Perfume. Vale la pena coger el pack (280.000 VND recinto y dos tumbas o 350.000 VND recinto y tres tumbas, con dos días para usarlo), ya que si lo compras por separado la entrada al recinto cuesta 150.000 VND y las entradas a las tumbas 100.000 VND cada una.
Dedicamos toda la tarde a descubrir el interior de la ciudadela. La entrada principal al recinto tiene un paso central, que anteriormente estaba reservado al emperador, y las puertas laterales, para el resto de la población. Una vez dentro llegamos al recinto imperial, que es una ciudadela dentro de la gran fortaleza, donde se alojaba el palacio del emperador, templos, edificios de la corte, … Y todo rodeado por una muralla de casi 6 metro de altura! El sitio se encuentra muy dañado por los bombardeos sufridos en las guerras y gran parte de los edificios están en proceso de reconstrucción, pero puedes hacerte una idea del poderío de esos emperadores.
Luego visitamos el complejo de templos de To Mieu, también amurallados, con santuarios de cada uno de los emperadores.
Al día siguiente decidimos alquilar una moto para ir a recorrer y disfrutar los alrededores de la ciudadela y visitar las excéntricas tumbas repartidas por las afueras de la ciudad. La primera que visitamos fue la imponente tumba real de Tu Duc, diseñada por él mismo y tan lujosa como la vida que tuvo. Dicen que sustentó 104 esposas y numerosas amantes!
Más tarde visitamos la tumba de Khai Dinh, en las colinas, a unos 10 km de la ciudad. El exterior está todo cubierto por cemento oscuro que contrasta con un interior lleno de mosaicos de colores. Estos estrafalarios mausoleos bien merecen una visita, y más con la pintoresca atmósfera que los rodea!
Por la tarde visitamos la pagoda Thien Mu, emblema nacional y símbolo de Hué. Su torre, de 21 metros de altura, destaca sobre la orilla del río. Es uno de los lugares elegidos por el pueblo cuando convocan manifestaciones políticas.
Cuando llegaba el atardecer nos subimos a la última planta del hotel Imperial, que tiene un mirador con increíbles vistas de toda la ciudad y el río. Muy recomendable!
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